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Polipoesía, improvisación y sinergias geométricas en nuestro Vermut Poético de febrero.
Respirar poesía, hablarla, mirarla, suspirarla, parpadearla. Cada vermut poético nos trae una manera diferente de vivir la poesía a través de sus protagonistas.
Esta semana descubrimos otro modo de hacer palpable la poesía.
Nuestro invitado nos hizo cómplices de los versos que nacían de las palabras que aportó por escrito cada asistente. Palabras que, sin planearlo, nos definían como proyecto, como espacio, como esencia.
Fuimos espectadores de cómo las historias del público y las del propio poeta se unían en universos creados por la geometría y las palabras.
Y creamos más casualidades, solo por el hecho de abrir las puertas e invitar a la gente que pasaba por delante de nuestra casa a subir y disfrutar de un vermut poético.
Lo inesperado es nuestra fuente de casualidades que nos lleva, una y otra vez, a crear nuevos caminos eleven con la gente con la que nos cruzamos.
Gracias, Ramon, por traernos tu tiempo hecho verso y permitirnos ser parte de tu polipoesía y de tu sensibilidad.